Pablo López: “Cuanto más presión, tenemos que tratar de ser la mejor persona posible”

Tres alumnas (Guillermina, Orianna y Federica) de segundo año de liceo solicitaron entrevistar a Pablo López para un trabajo de Idioma Español. Aquí les dejamos los tramos más importantes de la entrevista.

 

¿Qué te llevó a ser director técnico?

 

Lo que me llevó a ser director técnico fue que jugué muchos años y fui de a poco dándome cuenta, mientras estudiaba en la facultad y jugaba, que me gustaba dirigir. En ese momento me invitaron a ser asistente en Aguada y me encantó. Entonces al otro año me tomé los primeros seis meses para estudiar básquetbol para hacer el curso de entrenadores y desde ahí no paré. Para mí fue una elección vocacional. O sea, trabajo en algo que elijo y que me gusta, me gusta hacerlo.

 

¿A qué edad comenzaste a pensar en director técnico?

 

Y, tenía 18, 19, 20 años. Igual en esa época todavía jugaba y si bien me daba cuenta que cada vez me iba a ser más difícil seguir jugando, me fui decantando en un momento por solo dirigir y dejar de jugar.

 

¿En cuáles equipo jugaste?

 

Jugué 7 años en Peñarol, también en Colón y en Yale.

 

¿Creíste que ibas a llegar a dirigir a la selección uruguaya?

 

No, nunca lo creí. Siempre pensé que el acercamiento a la selección tiene que ser para devolverle todo lo que el medio del básquetbol me ha brindado para ser entrenador. Nunca lo viví como una conquista o como un logro, sino como un lugar para ayudar y un lugar para devolverle a la gente que integra la Federación parte de lo que me ha brindado a mí.

 

¿Cuál es tu metodología de trabajo?

 

Utilizo todos los métodos de trabajo posibles. Tengo un método personal donde coloco más énfasis en algunas cosas que en otras. Trato de coincidir con mis compañeros de trabajo en algunas tomas de decisiones. Cada uno tiene libertad para decidir algunas cosas y yo me tomo libertad para decidir en otras. Y bueno, las que no son consensuadas son directamente decididas por el personal. Por ejemplo, si hay que tomar una decisión sobre el cuerpo médico, la derecha la tiene el cuerpo médico, por más que no estemos de acuerdo. De esta manera siempre hay trabajo en equipo.

 

¿Cómo es tu relación con los jugadores?

 

Depende del nivel y de la formación. Con los más chicos, con los adolescentes, trato de ser más un docente que un entrenador. Con los más grandes tengo una relación primero que nada como profesional. Lo que nos une es el básquetbol y siempre la relación es con respeto, aunque más distante que con los más chicos.

 

¿Qué tan importante es que los jugadores sigan estudiando?

 

Para mí es fundamental. Nos encontramos con la coyuntura de que el sistema educativo no colabora mucho con el deportista de rendimiento, que en realidad debe entrenar más horas de las que entrena en estos momentos. Por eso los jugadores en Uruguay se desarrollan más tarde, porque no entrenan a los 15, 16 y 17 como semi profesionales. Entonces empiezan a entrenar más duro cuando terminan sexto, es decir, más tarde de lo que se debería. Considero que es fundamental que terminen sus estudios para que puedan elegir de qué trabajar una vez que terminan su carrera deportiva y a su vez permitiendo que el básquetbol uruguayo que es relativamente pobre, los pueda ayudar a ser estudiantes universitarios. También entiendo que el deportista de rendimiento estudia a otro ritmo que un estudiante que solamente se dedica a estudiar. Siempre decimos que el deportista de rendimiento es quien estudia y trabaja, o sea, no puede poner toda la atención solamente en una cosa que sea el estudio.

 

¿Solo importa ganar en el deporte?

 

No, lo más importante de ganar es elegir cómo ganar, el ganar es algo que está sobrevalorado. Me parece que es mucho más importante en el deporte, primero la formación, segundo generar hábitos saludables de conducta y tercero la socialización. Ahora el deportista de rendimiento tiene otras valencias distintas. No es muy saludable el deporte de rendimiento por todas las presiones internas y externas que hay, pero a su vez creo que el deportista sigue mejorando porque tiene un desarrollo interior profundo. Cuanto más presión tenemos que tratar de ser la mejor persona posible y eso ayuda a rendir de mejor manera.

 

Nosotras jugamos al hockey en el colegio y hemos perdido la mayoría de los partidos. ¿Qué consejo darías en un caso de estos?

 

Para mí lo más importante cuando un equipo viene perdiendo es restablecer la confianza, pararnos en los valores que necesitamos: compañerismo, en el sentido de pertenencia, deseo de mejorar, pararnos en esos valores para fortalecerlos individualmente, y luego en los planos de comunicación ser absolutamente positivos. Creo que al nivel de formación en el que ustedes están ganar es lo menos importante, lo más importante es aprender a estar juntas y vivir la experiencia. Más allá del momento del partido, una vez que termina le quitaría toda relevancia a ganar o perder, sino ver que ustedes aprenden, ver cómo se llevan y ver cómo se preparan para jugar.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *