Las malas lecturas de juego nos pusieron abajo 2 a 1 en la serie

En el partido pasado veníamos de sufrir altísimos porcentajes del rival en el tiro exterior y también recibimos muchos puntos de contraataque. Anoche minimizamos las corridas de Biguá pero tomamos pésimas decisiones en ataque que nos colocan abajo en la serie 2 a 1 y con la necesidad imperiosa de ganar sí o sí el jueves.

Desde ese punto de vista es momento de sacar todo el carácter de este plantel que ya ha dado muestras de tenerlo.

Pero aparte, es esencial saber manejar el juego, con una lectura diferente a lo visto hasta ahora. Malvín no leyó bien dónde estaba la ventaja y le cedió mucho terreno a un rival que no se guardó nada y que controló nuestros ataques previsibles.

Sin dudas que en el segundo tiempo y en el alargue Malvín parecía el equipo de los primeros partidos de la temporada: desprolijo en las ofensivas y no identificando claramente la zona de ventaja o prevalencia. Cuando Rojas quedó emparejado con Wendell no le dimos una bola, cuando Warren quedó en una pierna no lo atacamos nunca. En lugar de mover la bola para desequilibrar abajo, siempre buscamos la iniciativa de Nicolás, que para colmo estaba disminuido físicamente. Muy mala lectura de juego, agravada además por una integración final propuesta por Pablo que no rindió. Glover fue el goleador de Malvín con 16 puntos jugando 22 minutos. Pablo se olvidó de él prácticamente en los últimos 15 minutos. Lo mandó al banco y decidió cerrar con un perímetro muy bajo (Marcos, Pitu y Nicolás), sufriendo mucho en la toma de rebotes. Obviamente que con el diario del lunes fue una mala integración, como también fue una mala decisión no cortar en la jugada previa al alargue donde Hinckle no perdonó de tres puntos. Ni siquiera realizamos un cambio de hombre eficaz en la jugada cuando restaban 6 segundos.

La sumatoria de errores en la lectura de juego provocó la derrota y quedar en el límite en la serie.

Es cierto que cuesta escribir con optimismo tras dos derrotas consecutivas y cuando además en los tres partidos de la serie Malvín no repitió el quinteto titular. Por momentos da la sensación que hemos perdido la brújula y somos una sombra de lo que mostramos en los mejores tramos de la Liguilla.

Es momento de dar el paso hacia adelante y reflejar todo nuestro temple para dar vuelta la serie. Se puede? Por supuesto que sí. Y sin dudas el partido del jueves nos brindará una victoria. El equipo va a aparecer en lo actitudinal y en lo deportivo. Tenemos el carácter necesario para hacerlo.

Pero eso no quita que no marquemos los errores cometidos en las dos últimas derrotas. Es cierto que Biguá tuvo sus méritos, con un Martín Osimani en gran nivel y con un Hinkle muy liberado en el tiro exterior. Tenemos que tener claro que Biguá creció por méritos nuestros, por una floja tarea defensiva y por una mala lectura de juego. Le allanamos el camino a un equipo que no regala nada y que desde lo anímico está en plena marea alta.

En la noche de ayer Pablo mandó a la cancha a Marcos, Nicolás, Marcel, Wendell y Hatila. Como dijimos no repitió el quinteto inicial en ninguno de los tres compromisos. A los dos minutos ganábamos 8 a 6 con un misil de Marcel. Crecimos con un Wendell descomunal en ataque, demoliendo la pintura en cada ofensiva. El extranjero sumó 11 unidades en este período, muy bien secundado por Marcel con 7. Con un Wendell eléctrico nos alejamos en la mitad del cuarto 14 a 9. Allí curiosamente Pablo lo manda al banco. Tal vez porque le faltaba un poco de aire por su protagonismo en este pasaje del juego. Lo cierto es que su salida se sintió, él se apagó para el resto del partido (realizó 1 punto en los últimos 25 minutos) y Biguá descontó rápìdamente. Con triple de Counago igualan en 14 restando cuatro minutos. El trámite se emparejó y perdimos la ventaja inicial. Un minuto más tarde nos pasan con doble de Young. Igualamos con doble de Wendell, que volvió al ruedo, y pasamos con 4 puntos corridos de Marcel. Primer cuarto nuestro 22 a 21.

No habíamos tenido un gran trabajo defensivo, pero logramos evitar las corridas del Pato, que en el partido anterior nos lastimaron muchísimo.

En el inicio del segundo cuarto comenzamos muy bien. Con un triplazo de Marcos y un Glover que desde el banco nos trajo muchas soluciones ofensivas, nos vamos arriba 31 a 24 a los cuatro minutos. Ellos descuentan con un misil de Martín Osimani, pero volvemos a recuperar la distancia con buenos aportes de Glover y Nicolás. A falta de 4:20 ganábamos 38 a 29. Era el momento de mantener la intensidad defensiva y de tomar buenas decisiones en ataque. No hicimos ni lo uno ni lo otro. Wendell, que había sido un tractor en el cuarto anterior, se apagó. Y Glover, que venía desnivelando, no recibió más la bola en zona de desequilibrio. Para colmo, tuvimos un pésimo box out. El bloqueo defensivo hizo agua y Biguá sumó desde el rebote ofensivo tras libres. En menos de un minuto nos colocaron un parcial de 6 a 0. Caímos en un pantano y los dirigidos por Rovira lo aprovecharon. En vez de estirar la ventaja, nos mantuvimos a tiro en base a una mala lectura de juego, abusando del tiro perimetral de forma innecesaria. Salimos del pozo con libres de Pitu, que hasta el momento no ha tenido una serie regular. A falta de 33 segundos Glover encesta un triplón y nos quedamos arriba 46 a 39. Pero tras una mala defensa ellos nos responden con un triple de Meira en el cierre. Primer tiempo 46 a 42.

Necesitábamos un segundo tiempo donde no recibiéramos muchos puntos. Y eso lo hicimos. El problema fue que nosotros no convertimos. Cuando era el momento de lastimar abajo abusamos del juego perimetral, aumentando las pérdidas y con un bajo porcentaje de tres puntos, apenas un 25 %. Cuando en la Liguilla tuvimos partidos de más del 40 % de acierto. Con puntos de Hatila y Glover nos mantenemos en ventaja. Responden con otro triple de Martín Osimani. Le devolvemos la gentileza con un misil del capitán y con otro de Marcel cuando sonaba la chicharra. Con un buen arranque nos distanciamos 56 a 49. Pero ellos seguían sin rendirse. Triple de Hinkle y luego doble de Warren tras un pésimo bloque defensivo azul. A falta de 2:36 se ponen abajo 56 a 54. No podíamos quebrarlos a pesar que teníamos supremacía en el marcador. Biguá no se rendía. Apareció nuevamente Nicolás y luego un doblón de zurda de Marcos para sacar 6 de diferencia. Pero otra vez liberamos a Hinkle y sumó con doble y falta. Tercer cuarto nuestro 62 a 57.

En los últimos 25 minutos del partido, tomando en cuenta el alargue, convertimos apenas 32 puntos, contra 45 de Biguá. La clave estuvo, como dijimos, en una mala lectura de juego. De todas maneras tuvimos un arranque fulminante en el último cuarto con dos bombazos soberbios, uno de Marcos y otro de Nicolás, en lo que fue la mejor jugada colectiva del Playero, Al minuto y medio ganábamos 68 a 59. La ventaja resultaba interesante. Si defendíamos bien y tomábamos buenas decisiones en ofensiva la victoria no se escapaba. Si tomamos en cuenta los jugadores que pueden definir abajo del aro (Hatila, Glover, Wendell, Marcel y también el Pelado), sumamos apenas 4 puntos. Reitero, en el cuarto decisivo, y tras alcanzar una diferencia de 9 puntos, sumamos 4 puntos abajo del aro, 1 por intermedio de Wendell y 3 por el lado de Glover. Luego, en una noche con bajos porcentajes, buscamos cerrar el juego desde el lanzamiento perimetral en lugar de atacar la pintura, con el extra de que Warren rengueaba por una molestia muscular. Aparte de errar mucho, tuvimos varias pérdidas. Eso fue letal en este pasaje. En menos de tres minutos nos colocan un parcial de 9 a 0. Luego de un triple de Joaquín Osimani nos igualan en 68. Salimos del pantano ofensivo con un libre de Glover, pero otra vez Joaquín acierta en una penetración y nos pasan luego de varios minutos 70 a 69. Pasamos con corrida de Glover y ellos igualan con un libre de Hinckle. En este momento Glover fue al banco y no volvió más. El goleador nuestro no volvió a ingresar. Malvín quedó integrado con un perímetro muy bajo faltando cuatro minutos: Marcos, Pitu y Nicolás. Eso nos costó 4 rebotes ofensivos. Sí, 4 rebotes ofensivos en los últimos cuatro minutos. Con el diario del lunes no pareció la mejor decisión. Siempre viéndolo desde el diario del lunes, aclaremos. Aparte de perder centímetros para proteger nuestro rebote defensivo, tenemos que recordar que veníamos de porcentajes bajos en tiro exterior. En lugar de poner la bola abajo seguimos apostando a la irregularidad perimetral, sobrecargando el juego en Nico y Marcos, volviéndonos muy previsibles. El rival sabía claramente lo que íbamos a hacer. Sin dudas que Pablo les tiene mayor confianza a ellos que al resto. Pero no podemos sobrecargarlos, y más cuando el capitán venía con problemas físicos. A falta de 1:28 nos pasan con doble de Warren 73 a 72. Le cometen falta a Marcos que encesta los dos libres para pasar nuevamente. Ellos atacan y Martín Osimani pierde la bola. Asume Marcos la ofensiva y va otra vez a la línea. A puro temple no falla. Restando 18 segundos ganábamos 76 a 73. Biguá tenía una chance. Malvín tenía dos caminos: defendía a morir la última bola o cortaba para darle dos libres al Pato. Pablo, al igual que en la NBA, es muy difícil que apueste a cortar. En la mayoría de los casos se inclina por defender. Pero en la defensa cometimos un error, no cambiamos a tiempo en la marca y Hinckle quedó en posición de tiro. No perdonó. Faltando seis segundos se igualó el marcador en 76. Teníamos el último tiro. Marcos corre por el flanco derecho y tira, la pelota pega en el aro y sale. Alargue.

En el alargue Pablo decidió el ingreso de Glover, pero lo dejó un minuto en cancha y sin que le llegara clara la bola. Otra vez nos inclinamos por darle la pelota a Nicolás, que como dijimos, no estaba en su mejor momento físico y a los 15 segundos tiene un mal pase que se define con un doble de Hinkle tras un rebote de ataque. El extranjero de Biguá se puso en una racha tremenda y nos mató. Con un triple suyo se alejan al minuto 81 a 76. Descontamos con libres de Marcos, pero en la recarga nos complican con doble y libre de Meira. Perdíamos 84 a 78. El tiempo jugaba en nuestra contra. Otra vez insistimos con Nicolás, que se apura a lanzar y marra. Para colmo recuperamos la bola con un rebote de Wendell y dejó los dos libres. Tras errar nos responden con un bombazo de Hinckle. Malvín se desvaneció y ya el tiempo no daba para más. El alargue fue todo de Biguá, que controló bien nuestro juego perimetral y se vio alivianado con nuestras malas decisiones en ofensiva.

Resultado final 87 a 78.

El jueves es el día clave. No hay mañana. El equipo tiene que aparecer en este momento decisivo. Tenemos que estar cerca de lo visto en la Liguilla. Podemos hacerlo y es el momento de dar el paso adelante como colectivo.

Todos al Palacio el jueves!!!

Que nadie falte!!!

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Comments 3

  1. Sin duda que hubieron malas lecturas. El recargar a Nico y Marcos, que por otra parte fueron bien marcados no dio los resultados esperados. Si trajimos al pelado como un buen marcador y no lo ponemos a marcar siempre al goleador de ellos (Hinckle), erramos el camino. Otra vez nos jugamos al tiro perimetral y con bajos porcentajes resulta insuficiente, llama la atención el bajón de Santiso, lejos de los muy buenos desempeños de la liguilla. En tren de opinar y respetando decisiones técnicas, me hubiera inclinado por cortar en la última jugada y ceder 2 libres, no arriesgando el tiro de 3 puntos del rival. En fin, se pudo haber ganado y no se nos dio. Ahora solo resta ganar para avanzar a semis, MALVIN puede hacerlo y lo va a lograr. ADELANTE CON MUCHA FE EN NUESTRO EQUIPO.

  2. Donde está el otro Malvín, el que jugó el clasificatorio? Por qué tenemos tantas dificultades para traer extranjeros que hagan la diferencia?
    saludos.

  3. A veces me da gracia cuando se habla del box out y los rebotes de Malvín. Parece como si fuera una sorpresa!!! Todos los años es lo mismo, siempre es nuestra mayor falencia, todos nos matan a rebotes de ataque, y nunca hacemos nada para cambiar eso. Tuvimos fichas libres, espacio de sobra, jugadores ideales libres para traer y nos contentamos con el Pelado Vázquez ‍♂️ algún día nos avivaremos y buscaremos algo de ayuda en la pintura para dejar de ser el equipo con menos rebotes, porque al igual que la floja producción desde los libres, es algo que se repite año a año.

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