Tremenda alegría nos regaló Marcel a pocos días de la llegada de Papá Noel. Realmente fue un doble que llenó de emoción al Canil tras un final para el infarto. Faltando 8 segundos estábamos igualados en 77. Realmente fue un cierre vibrante.
Más allá de la bestialidad de Marcel en el final y que quedamos terceros en la tabla de posiciones de la Liga Uruguaya, es bueno marcar algunos aspectos para corregir.
En el último cuarto recibimos 29 puntos, sí, 29 puntos, cuando logramos una ventaja de 18. Fue un disparate, todo camuflado por la victoria en la hora. Pero lo que vimos anoche en el Canil frente a Urunday Universitario no es nuevo. Estamos teniendo problemas serios para cerrar bien los partidos.
Si miramos los últimos seis encuentros nos encontramos con el siguiente panorama en los cierres. Con Olimpia caímos en el último cuarto 26 a 16, con Verdirrojo 25 a 12, con Sayago perdimos 28 a 17, frente a Defensor Sporting 22 a 17, contra Nacional 23 a 14 y anoche ante Urunday Universitario 29 a 18.
Es evidente que estamos teniendo dos problemas serios. Por un lado bajamos la intensidad defensiva y nos convierten más de 20 puntos en los últimos cuartos. No es nuestra costumbre recibir tantas unidades en el final de los partidos. Hay una falla defensiva que debemos corregir rápidamente. Contra Defensor Sporting y Nacional se tradujeron en derrotas y ayer casi vamos a alargue. Por otro lado tenemos el problema de las ofensivas. No superamos los 18 puntos en los últimos períodos. Tenemos jugadores para sumar más puntos y una rotación larga que nos permite llegar más descansados. Tenemos que hacer valer esa rotación y seguramente ocurra en las instancias importantes.
Dejando de lado nuestra preocupación por los que sucede en los últimos cuartos de los últimos partidos, que seguramente se corrija a la brevedad, trataremos de explicar lo que ocurrió anoche en el Canil, cuando faltando faltando 8 minutos para el final del cotejo ganábamos 66 a 48 y terminamos casi en alargue, salvo por el doble salvador en el último segundo de Marcel.
En el inicio del primer cuarto comenzamos muy bien. Al minuto y medio ganábamos 7 a 0 tras triple de Fotis. Mantuvimos la ventaja tras un gran trabajo defensivo en primera línea. Nicolás controló muy bien a Taboada y Hatila se las ingeniaba con Lee. El técnico visitante toma una decisión arriesgada. Apuesta a defender en zona contra un equipo que tiene buenos tiradores. En ese momento muchos pensamos que podríamos estirar la ventaja. Sin embargo no fue lo que ocurrió. Empezamos a marrar en el lanzamiento exterior y a no seleccionar buenas ofensivas. En el cierre se liberó Lee de nuestra defensa y nos trituró debajo del aro. Faltando tres minutos nos colocan un parcial de 7 a 2. No logramos superar la defensa zonal de Urunday Universitario. El cuarto terminó igualado en 15 unidades.
En el segundo período Pablo lanza a la cancha a Marcel y al Pelado comenzando así la primera rotación. A los dos minutos perdíamos 19 a 17. El trámite estaba parejo. Hasta que Nicolás tuvo un tranco arrollador en el Canil con 7 puntos consecutivos. A los cuatro minutos ganábamos 24 a 22. Nos pasan con triple de Emilio, que convertía así sus primeros puntos. Pero recuperamos la delantera con puntos del Pelado y de Glover, tras un robo bárbaro en primera línea. Entre Glover y el Pelado recuperamos nuestra línea defensiva y atacamos con mayor tranquilidad. A falta de tres minutos ganábamos 33 a 25. Volvimos a tener control del juego como en el inicio del primer cuarto. Pero otra vez tuvimos un mal cierre defensivo. Nos colocan un parcial de 8 a 2 tras buen pasaje de Medina. Primer tiempo nuestro 35 a 33.
En el inicio del tercer cuarto marcamos la cancha. Volvimos a recuperar nuestra intensidad atrás y en ataque llegan anotaciones de Glover, Fotis y el capitán. A los dos minutos ganábamos 45 a 35. Marcos, que si bien no brillaba en el goleo, jugaba en gran nivel. Terminó el partido con más rebotes que Hatila y con 9 asistencias. A los cinco minutos y medio ganábamos 51 a 37. El partido parecía encausarse. Teníamos control total del trámite. El equipo defendía y vulneraba la defensa rival. Pablo toma la determinación de hacer una nueva rotación. En lugar de ampliar la distancia nos quedamos. Emilio creció en el goleo y ya no defendimos como antes. De todos modos en ataque no nos frenamos del todo. Con un triple bárbaro de Theo, que venía de ser figura y pico en la final de los Juveniles, nos mantenemos cómodos arriba. Tercer cuarto nuestro 61 a 48.
El último cuarto se ganaba defendiendo. Pero cuando llegó otro misil nuclear de Theo y luego libres de Hatila para obtener una ventaja de 18 puntos al minuto y medio todo parecía indicar que el partido se había liquidado. Ganábamos 66 a 48. Solo un milagro podría hacer que el elenco visitante nos sacudiera en el Canil. En realidad no fue un milagro, fue un pésimo trabajo defensivo y malas y apuradas decisiones en el ataque. A los cinco minutos ellos nos colocaron un parcial de 15 a 2. Un disparate!!! Se pusieron abajo 68 a 63. Defendimos muy mal y atacamos peor. Ellos comenzaron a crecer a influjo de buena defensa y puntos de Taboada y los extranjeros Brown y Crawford, de incisivos último cuarto. Para salir del apagón llegó un doble del Pelado. Con un doble de Hatila tras asistencia de Pitu parecía que frenábamos el envión de Urunday Universitario. Pero no, con puntos de sus extranjeros siguieron el camino de la reacción. Faltando tres minutos ganábamos 72 a 69. Pablo pide tiempo, quizás un poco tarde si lo miramos con el diario del lunes. Después del tiempo de nuestro entrenador llega una bocanada de aire fresco por parte de Glover, que era el que más quería en este tramo. A falta de dos minutos quedamos en ventaja 75 a 71. Brown convirtió 4 puntos corridos y nos complicó. Faltando 1:40 ganábamos 75 a 73. El Canil se despertaba de la siesta del primer minuto de este cuarto para asombrarse por la reacción visitante. Llegan puntos de Glover para ampliar la distancia. Emilio va a la línea y deja un libre. Restando 37 segundos seguíamos en ventaja 77 a 74. Teníamos la pelota. Distribuimos mal el juego y es el Pelado el que tiene que tirar de tres puntos, aunque no es su principal fortaleza. Marra y ataca Urunday. Taboada se toma revancha del libre fallado y la manda guardar para empatar el partido en 77 faltando 8 segundos. Sacamos y recibe Marcel sobre el costado izquierdo a falta de 2 segundos, lanza y Brown lo tapa, recupera la bola y vuelve a lanzar en el último instante del partido. Mientras la pelota se elevaba y caía los corazones colapsaron en el Canil. Fue un vuelo de un segundo o menos, un silencio abrumador nos invadió mientras conteníamos la respiración. Cuando la pelota comenzó a caer nadie pudo soltar aire o inhalarlo. La tensión llegó a su punto más alto y la sangre se aceleró en todos los hinchas. Y la bola entró, llena de clase y temple, entró para llenarnos de alegría y para recordarnos de la entereza de un jugador que en mayo se rompió el talón de Aquiles. Un premio más que merecido para Marcel que nunca bajó los brazos. Un premio menos merecido para Malvín que en este último cuarto hizo más para perder que para ganar.
Lo de Marcel fue épico realmente. Entró faltando segundos y la mandó guardar mostrando toda la jerarquía del MVP. Lo de Malvín colectivamente fue, como dijimos más arriba, preocupante. No por lo de este partido, sino por la constante de los últimos cuartos de recibir muchos puntos y anotar pocos.
Por supuesto que no es para desesperarse. Habrá que entender qué mecanismo se opera para bajar nuestro rendimiento en los cierres, que evidentemente no es un tema físico. Tenemos al mejor cuerpo técnico para hallar las respuestas y corregir lo que haga falta.
Esperemos que el viernes ante Atenas se pueda dar otro partido, manteniendo nuestra intensidad defensiva hasta el final, sumando algo bueno que tuvimos anoche: muchas asistencias (21) y muy buen porcentaje de libres (91 %).
Nos vemos el viernes en el Canil!
Con todo!!!
Comments 1
hola, seguimos jugando a los tumbos, pero me extraño que Mazzarino comentara delpues del partido, que si traian un extranjero para reforzar en los rebotes, a el no le gustaba, porque habia que enseñar todo de nuevo… Batista nos agarro 40 rebotes y hizo como 30 tantos en cada uno de los 2 partidos que nos ganaron, no supimos marcarlo, y nos lleno la canasta, de verdad no precisamos un morocho grandote que lo pueda bancar ?, si vamos a jugar los play-off con nacional, no tenemos chance de ganar.