Por undécima temporada consecutiva Malvín se metió entre los cuatro mejores de la Liga. Al igual que en el año 2017 el rival de cuartos fue Biguá.
El último partido de la serie en esa temporada finalizó 85 a 66, el de anoche fue 87 a 66, casi un calco.
La defensa sigue siendo la clave.
Nos provoca una inmensa alegría haber clasificado a una nueva instancia semifinal y de forma consecutiva en once oportunidades, lo que evidencia un proceso de trabajo consolidado desde la llegada de Sergio Somma a la presidencia y de Pablo López en la conducción técnica.
La serie estaba igualada en 2 y llegamos al último partido como claros favoritos. El 1 en la temporada regular se enfrentaba al 8. Y Malvín estuvo a la altura. Con una intensidad defensiva abrumadora le quitó las alas al Pato y dejó en evidencia las diferencias potenciales entre ambos equipos. Malvín ganó con solvencia.
Es cierto que los dirigidos por Rovira sintieron el desgaste de la serie. Biguá fue un dignísimo rival que nos puso contra las cuerdas cuando partíamos como los favoritos. En el último juego ellos llegaron disminuidos en lo físico, más que nada en algunos jugadores, caso Warren. Malvín, más entero y con un plantel que respondió con creces, llegó al Palacio para dejar en claro por qué es el vigente campeón.
En esta serie se venía dando una peculiaridad. El equipo que anotaba más triples ganaba. Anoche se mantuvo ese perfil. Malvín convirtió 8 mientras que Biguá anotó 5. Pero más allá de ese dato la clave estuvo en la intensidad defensiva y en anular la distribución de la bola aplicada por Martín Osimani. Con esas armas los dirigidos por López tuvieron tiempo y espacio para lastimar en ataque y quedarse con la serie.
Sin embargo en el inicio nos costó muchísimo. No hallamos vías de gol y ellos crecieron con un Martín Osimani que tuvo un arranque fulminante con 5 puntos corridos, seguidos por un bombazo de Hinkle para poner el marcador 8 a 0. Aquí llegó el primer gran acierto de Pablo. Colocó a Pitu en cancha para defender a Martín Osimani. Es en este instante donde el trámite cambió sustancialmente. Descontamos con doble de Wendell, responden con puntos de Warren. A los cuatro minutos perdíamos 11 a 2. Pero el campeón dejó claro que no había llegado a pasear. Con una altísima intensidad defensiva el viento cambió en el Palacio Peñarol. Con una gran defensa tuvimos más chances de correr. Así llegaron puntos de Wendell y Marcel. A falta de 2:35 un triplazo de Marcel nos pone abajo 11 a 9. Ellos salen del asedio con puntos de Young, pero con un Pitu muy crecido y mostrando por qué es el mejor sexto hombre de la Liga, igualamos y pasamos. Con libres de Pitu nos vamos arriba 15 a 13 faltando cuarenta segundos. Tras una serie de errores defensivos ellos vuelven a tomar la delantera con un cañonazo de Meira, teniendo además una falta para dar. Pero en el cierre Marcos convierte y terminamos el cuarto con ventaja: 17 a 16.
Desde ahora hasta el final siempre mantuvimos la delantera en el marcador. Biguá resistió el primer cuarto, luego, si bien no se guardó nada, se fue debilitando y no pudo lastimarnos. Con Marcos en gran nivel pusimos en el arranque del segundo período un parcial de 7 a 0. Pablo se inclinó por Glover en cancha y fue determinante en este tramo. Sumó 8 puntos consecutivos en menos de tres minutos. Con un Glover encendido nos distanciamos 32 a 23 en la mitad del cuarto. Pero no nos detuvimos. Seguimos defendiendo duro y llegó un misil de Marcel, seguido de otro de Glover. Biguá ya quedaba groggy, al borde de la eliminación. Es cierto que todavía faltaba mucho. Pero el campeón lo tenía contra las cuerdas en un pasaje clave del juego. Contra las cuerdas no solo en el goleo, sino en lo anímico. Malvín marcó la cancha con mucho carácter y Biguá empezó a verse superado por el campeón. El primer tiempo fue todo nuestro 44 a 28. El segundo cuarto lo ganamos 27 a 12. El azul de la Playa pisó fuerte en el Palacio.
Con la altísima intensidad mostrada en el segundo período, no pudimos repetir en el tercer cuarto. Nos costó defender en gran forma y además Biguá intentó reaccionar sabiendo que se le terminaba el año. A los dos minutos ganábamos 49 a 30 con doble y falta de Wendell. Pero luego caíamos en un pozo. Biguá nos pone un parcial de 7 a 0 con buenos minutos de Hinkle. A los cuatro minutos permanecíamos en ventaja 51 a 39. Salimos del molesto 51 con libres de Hatila y luego sumamos con un doble de Pitu, que seguía en gran nivel, y con un triplazo soberbio del capitán. Restando cuatro minutos ganábamos 58 a 41. Pero Biguá seguía luchando. Descuentan con puntos de Warren, que evidentemente no estaba en su plenitud física, pero igual dio pelea. De todos modos defendimos bien y además le pitaron técnicos al Pato. A falta de 2:20 nos alejamos 64 a 44 con libre de Nicolás. Pero no logramos quebrarlos. Ellos cerraron mejor el cuarto y todavía no podíamos dar el golpe de knock out. Tercer cuarto nuestro 66 a 51.
Ingresamos al último cuarto con una ventaja considerable. Si recuperábamos la intensidad defensiva del segundo cuarto la victoria era nuestra. Y así fue. Biguá sumó 15 unidades en este período. No era suficiente para complicarnos. Es cierto que desde el arranque nos complicamos solos. Sacamos desde el lateral, perdimos la bola en segundos y Marcos acumuló su cuarta falta personal. Para colmo ellos aprovechan y descuentan. En un minuto y medio se ponen abajo 66 a 55. Otra vez convertimos en contraataque de la mano de Marcel y con libres de Glover. A los tres minutos volvimos a recuperar la ventaja inicial de 15 puntos. Ellos anotan y le respondemos con un bombazo de Nicolás. Pero un error defensivo le permite a Hinckle sumar tres libres. Tuvimos una mala lectura de juego, ellos atacan, queda Rojas solo y también suma. Biguá seguía vivo en la mitad del cuarto: 73 a 62. Hatila va a la línea y no perdona. Defendemos intensamente y como consecuencia Glover convierte un doble. Seguíamos con la ventaja inicial. El tiempo pasaba y Biguá se diluía en la cancha. Ambos equipos empezaron a jugar por inercia sabiendo que el resultado final no lo podía cambiar nada. A falta de tres minutos ganábamos 83 a 64. Partido liquidado.
Malvín se impuso en la serie 3 a 2 y se metió una vez más en semifinales. Anoche la defensa fue clave y habrá que seguir puliéndola de cara a lo que viene.
El viernes se define nuestro rival entre Trouville y Urunday Universitario. El martes comenzamos la serie.
En este momento está bueno marcar que lo visto en los primeros cuatro partidos con Biguá no fue nuestro mejor rendimiento en la temporada. Anoche levantamos aunque no llegamos a nuestro techo. Sin dudas que necesitamos elevar nuestro nivel para seguir en el camino de una nueva estrella. Tenemos una semana para ajustar detalles y seguramente la aprovecharemos muy bien.
Un capítulo aparte se merece nuestra hinchada. Anoche fue el partido de mayor concurrencia de nuestra parcialidad. Es cierto que varios hinchas estuvieron pendientes del juego de Peñarol por la Libertadores y faltaron a la cita. Pero un número muy importante de hinchas azules dijo presente en un partido decisivo del Playero.
A seguir alentando así el martes!!!
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Total y de absoluta justicia. Malvin, salvo los minutos de desconcierto al inicio, fue un claro dominador del juego. Inobjetable victoria. Con porcentajes de 45 % en triples y 85 % en libres es casi imposible perder. Agreguemos una buena defensa y que el rival sintió en trajín de los partidos y entonces nos encontramos con una lógica victoria. Me interesa destacar y quiero hacer justicia con un jugador, que he sentido muchas veces duras críticas hacia el. Se trata de Glober. Si bien no luce en la marca, no es su fuerte por otra parte, siempre se las ingenia para en ataque ser fundamental. Además muchas veces es el goleador del equipo. Ayer, otra vez fue muy importante. El equipo en general jugó un buen partido, un Pitu brillante en la marca y conducción, Hatila dueño de la tabla y los demás cumpliendo su tarea en buen nivel y con paisajes brillantes. En fin, muy buena victoria y a esperar con optimismo las semifinales. ARRIBA MALVIN.!!!!!